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Mostrando entradas de abril, 2020

Coronavirus VII: La romería de nuestras vidas

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Este domingo mi pueblo no ha podido resistir el confinamiento y ha salido de sus casas. Sí, se ha saltado el encierro decretado por el estado de alarma para trasladarse "con su corazón" al camarín del Santuario de la Virgen de la Cabeza. Es más, en honor a la verdad, he de decir que nos lo hemos saltado todos los que somos devotos de Ella. Porque este último domingo del mes de abril, aunque físicamente estemos encerrados en nuestras casas, no hemos podido contener la emoción, los sentimientos y la devoción, y hemos peregrinado hasta el Cabezo, a los pies de esa Bendita Imagen que Dios quiso que acompañara a los hijos de esta tierra. Por eso, en la mayoría de los balcones de las calles de Jamilena lucen lonas con el rostro de la Aceituna Bendita y se oye el himno de la Morenita. Incluso este año han sucumbido a esta romería los más reticentes con ella y también han celebrado esta fiesta en honor a la que desde 1959 el papa Juan XIII nombrara patrona de nuestra diócesis en su

Coronavirus VI: Lágrimas en la primavera de "tulipanes negros"

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He necesitado un margen de tiempo antes de escribir una mirada sobre una de las experiencias más impactantes que he tenido que afrontar, y que, desgraciadamente, están sufriendo cada día centenares de personas de nuestro país: enterrar a un difunto, ya sea por el virus o no, durante el estado de alarma. Los que lo habéis vivido sabéis lo que se siente y, para los que no, os puedo asegurar que se palpa la tristeza y la aflicción. No hay palabras que puedan describir el dolor desgarrador de quienes no han podido acompañar a un ser querido en los últimos instantes de su vida; la pena de no haber estado allí, junto a él, cogiéndole de la mano antes de emprender el camino sin retorno; y el sufrimiento de una despedida rápida, con mascarillas y sin abrazos. Es el dolor de la soledad que atraviesa al moribundo en tiempos de pandemia, que gangrena el corazón de quien quiere y no puede mitigar esa soledad, y que le arranca una parte de sí mismo a sangre fría. La situación está siendo mu

Coronavirus V: Las gracias en la Pascua de la Pandemia

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El Domingo de Resurrección celebramos que Jesús ha resucitado de entre los muertos. Y en este contexto de pandemia que estamos sufriendo por culpa del Covid-19, especialmente necesitamos escuchar y sentir que Cristo ha resucitado, porque eso significa que el Bien vence al mal; la Luz a  las tinieblas; y la Vida a la muerte.  Estas son algunas razones por las que hoy especialmente, acorralados por el Coronavirus, tendríamos que darle gracias a Dios: Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y llena de gozo nuestros corazones en medio de la peor pandemia de la historia de la humanidad y cuando estamos confinados en nuestras casas, amenazados de muerte. Hoy damos gracias porque Cristo ha resucitado y da esperanza a todas esas familias que han perdido a un ser querido, ya sea por culpa del virus o no, y no han podido despedirse de él y llorarlo como les hubieran gustado. Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y acompaña a todos esos enfermos contagiados por e

Coronavirus IV: Aquí estamos los curas

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El cuarenta por ciento de la población mundial se encuentra confinado en sus casas, intentando adaptarse cada día a esta insólita situación provocada por el Covid-19. El virus ha paralizado nuestra ajetreada vida, marcada por la cotidianidad del trabajo, del encuentro con familiares y amigos, del paseo por nuestras calles y plazas… Ahora nos levantamos con el temor de no contagiarnos y de mantener una cierta rutina que nos permita sobrellevar el encierro. Nos alegramos de no presentar algún síntoma de contagio. E intentamos acostumbrarnos a unas pautas de comportamiento diferentes, marcadas por la amenaza lacerante de un microorganismo, que nos amedrenta si abandonamos nuestro refugio por algún motivo de los permitidos en el actual Estado de Alarma.  Ante esta situación, el obispo de Jaén, D. Amadeo Rodríguez Magro, determinó cerrar las puertas de los templos de la diócesis hasta que las autoridades sanitarias consideraran que el nivel de contagio no pusiera en riesgo a lo