Mis grandes amigos: los libros
Si tuviera que elegir algo material especialmente significativo para mi, elegiría, sin duda alguna, mis amados y queridos libros. Ellos , ya sean viejos o nuevos, se han convertido en una predilección y unos grandes compañeros de viaje. Algunos me han acompañado durante prácticamente toda la vida, como aquella Biblia roja que llevaba a la escuela cuando era niño, y otros acaban de llegar a mi en estos últimos días, como los volúmenes de la Dogmatica de Karl Barth. Unos muy importantes, como El Quijote , y otros de los que apenas nadie sabe nada, como La vida de San Bruno. Unos en facsímil, como El Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz, y otros reimpresos, como El hereje de Miguel Delibes. Unos de arte, como la Colección de las Edades del Hombre, y otros de literatura, como la Colección de Clásicos de la Editorial Cátedra. Unos de pensamiento filosófico, como Así habló Zaratrusta de Friedrich Niestzche, y otros de diversión, como Los cuentos de Mafalda. U...