Coronavirus V: Las gracias en la Pascua de la Pandemia
El Domingo de Resurrección celebramos que Jesús ha resucitado de entre los muertos. Y en este contexto de pandemia que estamos sufriendo por culpa del Covid-19, especialmente necesitamos escuchar y sentir que Cristo ha resucitado, porque eso significa que el Bien vence al mal; la Luz a las tinieblas; y la Vida a la muerte.
Estas son algunas razones por las que hoy especialmente, acorralados por el Coronavirus, tendríamos que darle gracias a Dios:
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y llena de gozo nuestros corazones en medio de la peor pandemia de la historia de la humanidad y cuando estamos confinados en nuestras casas, amenazados de muerte.
Hoy damos gracias porque Cristo ha resucitado y da esperanza a todas esas familias que han perdido a un ser querido, ya sea por culpa del virus o no, y no han podido despedirse de él y llorarlo como les hubieran gustado.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y acompaña a todos esos enfermos contagiados por este maldito virus mientras se encuentran completamente solos, postrados en el lecho del dolor.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y no permite que se sientan desamparados nuestros enfermos y mayores, que son las principales víctimas de la terrible situación que estamos viviendo.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y sostiene a todos a aquellos que están luchando por la vida, a todo ese personal sanitario que, de una manera u otra, actualmente se encuentra luchando contra las consecuencias de esta pandemia.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y alienta a todos los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, y a todas las personas que se ocupan de procurarnos lo necesario, para que sigan velando por todos nosotros.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado e ilumina a todas las personas que han perdido sus trabajos y se han visto condenados a la miseria, como consecuencia de la crisis económica que está provocando este virus.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y nos anima a todos a resistir la adversidad, con la certeza de que, al final, la humanidad en Cristo vencerá al virus y toda clase mal.
Por todo esto, y por muchas cosas más, hoy damos gracias a Dios. Y que nunca, nada ni nadie, borre de nuestros corazones la alegría de Cristo Resucitado.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y llena de gozo nuestros corazones en medio de la peor pandemia de la historia de la humanidad y cuando estamos confinados en nuestras casas, amenazados de muerte.
Hoy damos gracias porque Cristo ha resucitado y da esperanza a todas esas familias que han perdido a un ser querido, ya sea por culpa del virus o no, y no han podido despedirse de él y llorarlo como les hubieran gustado.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y acompaña a todos esos enfermos contagiados por este maldito virus mientras se encuentran completamente solos, postrados en el lecho del dolor.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y no permite que se sientan desamparados nuestros enfermos y mayores, que son las principales víctimas de la terrible situación que estamos viviendo.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y sostiene a todos a aquellos que están luchando por la vida, a todo ese personal sanitario que, de una manera u otra, actualmente se encuentra luchando contra las consecuencias de esta pandemia.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y alienta a todos los miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado, y a todas las personas que se ocupan de procurarnos lo necesario, para que sigan velando por todos nosotros.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado e ilumina a todas las personas que han perdido sus trabajos y se han visto condenados a la miseria, como consecuencia de la crisis económica que está provocando este virus.
Hoy damos gracias a Dios porque Cristo ha resucitado y nos anima a todos a resistir la adversidad, con la certeza de que, al final, la humanidad en Cristo vencerá al virus y toda clase mal.
Por todo esto, y por muchas cosas más, hoy damos gracias a Dios. Y que nunca, nada ni nadie, borre de nuestros corazones la alegría de Cristo Resucitado.
¡Feliz Pascua!